En un hostal llamado El Carriso hay un puerto muy singular. Es un faro trapezoidal con un techo piramidal. Para llegar allá hay un sendero acompañado de un pequeño riachuelo. Desde la distancia es un punto atractivo a la vista y desde cerca es un buen punto para sentarse a tomar una cerveza con una buena compañÃÂa. Hacia el final del camino hay un puente de madera que cruje a cada paso pero que le otorga un bonito acabado artesanal a la arquitectura y un estilo costumbrista al paisaje. El dÃÂa que quieran ir vamos!